Diez años de moda
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Concentración, cierres y nuevas capitales en el mapa ferial de la moda

Por Silvia Riera

Diez años de moda en España

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Por Silvia Riera

Concentración, cierres y nuevas capitales en el mapa ferial de la moda

Diez años de concentración y redefinición. La moda ha dado un giro de 180 grados, ha cambiado por completo su sistema y las ferias no han escapado al impacto de este cambio de rumbo. En la última década se ha consolidado el fast fashion, el ecommerce ha despegado y la distribución organizada en el negocio de la moda ha continuado avanzando, relegando al prêt-à-porter a un sistema del pasado. Se ha evolucionado de una producción basada en dos temporadas y una distribución multimarca a la fabricación continua y a controlar el comercio minorista. En este nuevo escenario, las ferias, uno de los pilares del antiguo prêt-à-porter, han perdido lustro, viéndose forzadas a la concentración para garantizar su supervivencia.


Diez años atrás, el multimarca europeo tenía muy claros cuáles eran sus eventos de referencia en Europa: Prêt-à-Porter Paris; CPD, en Düsseldorf, y Bread&Butter, en Berlín, primero, y en Barcelona, después. Ninguno de los tres existe hoy.


En la actualidad, el escenario es mucho más complejo, distribuido por eventos de influencia local o de nichos de mercado. París ha pasado de albergar un nutrido número de salones en el recinto ferial de Puerta de Versalles a concentrarlos en Who’s Next y el incombustible Salon International de la Lingerie. 


Who’s Next fue el último en llegar y el que terminó llevándose el gato al agua. Cuando Who’s Next despuntaba, Prêt-à-Porter Paris era la mayor feria de moda en Europa. Reunía en cada edición a más de un millar de expositores a los que distribuía en un edificio de grandes dimensiones y varias plantas. El certamen era un galimatías de stands, pasillos, áreas, segmentos, puntos de encuentro, zonas de tendencias y rincones de descanso. 


Con la entrada en el siglo XXI, Prêt-à-Porter era un mastodonte ferial que, a pesar de que su época dorada había pasado, todavía defendía su reinado y continuaba siendo el principal polo de atracción en este recinto ferial, en que el que se reunían varios salones, entre ellos Who’s Next, el de moda infantil, el de calzado y complementos, y el del íntimo y baño.


El cambio de sistema del prêt-à-porter al fast fashion, junto con la pérdida de protagonismo del comercio multimarca en la distribución pasaron factura a la feria de referencia en Europa. Sin embargo, la estocada final se la dio la crisis económica de 2008.

 

París ha pasado de albergar un nutrido número de salones en el recinto ferial de Puerta de Versalles a concentrarlos en Who’s Next 


Who’s Next, que arrancó a finales de los noventa como la versión urbana del titán ferial Prêt-à-Porter, había ido ganando terreno en Puerta de Versalles, donde se organizaba junto a Premièr Classe, propiedad ambas de WSN Development. Who’s Next nació por la necesidad de dar una respuesta de modernidad en París ante un Prêt-à-Porter que había quedado estancado en el tiempo y había terminado por concentrar una oferta clásica.

 

Pero aquel certamen que fue el último en llegar al recinto ferial fue tomando posiciones en 2011, primero con la compra de Mess Around, la feria de calzado y complementos y, después, con la de Prêt-a-Porter. En menos de un año, Who’s Next, junto a su feria de complementos Premiere Classe, superaron el listón de los 2.000 expositores.


La pérdida de protagonismo del canal multimarca en el mercado francés exigía una concentración de su pool ferial. A pesar de la atracción internacional de los certámenes, el 60% de los visitantes de los eventos franceses de moda era el comprador nacional. Durante toda esta década, el propietario de Who’s Next, WSN Development, ha ido definiendo la fórmula para dar con la medida exacta del evento para que París recuperase esplendor en el mercado global de la moda. 


Durante los primeros años después de la fusión, la feria fue reduciendo su tamaño y seleccionando su oferta para definir el producto y su posicionamiento, hasta fijar el número de expositores en la mitad. Después, la organización fue ajustando el certamen, moviendo fechas, quitando y poniendo secciones, renombrándolas o cambiando de pabellón. Con todo, Who’s Next no ha podido contener la pérdida de visitantes, pasando de superar los 60.000 profesionales en 2012, justo después de la fusión, a poco más de 45.000 en enero de 2018.


No sólo París ha visto transformar su escenario ferial en estos últimos años. Alemania ha llegado incluso a cambiar la capitalidad de la moda en este periodo. En 2011, coincidiendo con la caída de Prêt-à-Porter también echaba el cierre otro elefante de la moda: CDP, en Düsseldorf, una feria que llegó a tener incluso una navette interna para transportar a los visitantes de pabellón a pabellón ante la magnitud del encuentro. 
Organizada por Igedo, la feria llegó a sumar alrededor de 1.300 expositores el mismo año en que Bread&Butter debutó con unas cincuenta marcas en un hangar medio derruido en las afueras de la ciudad vecina de Colonia.

 

Seis meses después, Bread&Butter llegó a las cien firmas y vio limitada su capacidad de crecimiento en aquel espacio. El ayuntamiento de Berlín cedió entonces a aquel certamen emergente de moda urbana un espacio industrial y, a medida que Bread&Butter fue ganando peso en la capital alemana, CPD lo fue perdiendo en Düsseldorf, ciudad considerada durante décadas el principal polo de la moda en el país. Al calor de Bread&Butter surgió Premium, como la respuesta cool al universo workwear que defendía el nuevo referente de la moda en Europa.

 

Al calor de Bread&Butter surgió Premium, como la respuesta cool al universo workwear 


CPD terminó apagándose en 2011. Nadie la compró ni nadie la reclamó. Igedo, su organizador, redimensionó el certamen convirtiéndolo en showroom y situándose al nivel del resto de showrooms que durante años han plagado la ciudad. En los últimos años de CPD, Bread&Butter se trasladó a Barcelona, donde alcanzó la cifra récord del millar de expositores y donde rozó los 100.000 visitantes. 


En 2009, el evento regresó a Berlín. Sin embargo, la capital alemana tenía a Premium como nuevo protagonista, con la recién creada Panorama, con la oferta casual de gama media. El retorno fue difícil. Bread&Butter no terminó de encajar en un nuevo escenario que tenía a Premium como catalizador y que había sido caldo de cultivo de un alud de nuevas ferias de pequeño tamaño, pero orientadas a nichos muy específicos. 


Entre estas, surgieron Ethical Fashion Week, que terminó comprando Messe Frankfurt en 2010, así como Show&Order, Bright y Seek, que adquirió más tarde Premium. En 2015, en un giro inesperado de guión, Zalando se hizo con un Bread&Butter en horas bajas, para el cual su fundador y consejero delegado, Karl Heinz Müller, hacía tiempo que anunciaba planes de abrirlo al consumidor final. Un año después de adquirirlo, el grupo de ecommerce lo reabrió como festival de moda, música y gastronomía con miras a sacar provecho de la fusión del online y el offline, pero lo cerró en 2018. Premium terminó consolidándose como la feria de referencia en Berlín extiendiendo su influencia al norte y el centro de Europa


También en Alemania, Ispo, una histórica de la moda y el equipamiento deportivo, ha vivido en estos últimos años su era dorada al calor de la fiebre por la práctica deportiva y el athleisure. Con sede en Múnich, esta feria, que una década atrás se había visto obligada a clausurar la convocatoria de verano, ha vivido en estos últimos años un auténtico boom, hasta sumar 2.800 expositores en 2018 en dieciocho pabellones. En 2017, Feria de Múnich absorbió la mayor feria de deportes al aire libre Outdoor, que se celebraba en la localidad de Friedrichshafen.


Tampoco Milán escapó de este escenario convulso. Con miras a conseguir una mayor atención comercial, la capital italiana de la moda sumó en 2012 un nuevo certamen, Super, de la mano de Feria de Milán y Pitti Immagine, el organizador ferial de los salones de moda de Florencia. Con esta nueva feria la ciudad italiana buscaba completar su oferta con un segmento medio de marcas de mujer. 

 

En 2017, Feria de Múnich absorbió la mayor feria de deportes al aire libre Outdoor

 

En paralelo, la institución ferial milanesa continuó celebrando Mipap, aunque con el avance de Super, este certamen quedó estancado. Más adelante, en 2016, Mipap sumó fuerzas con el evento profesional dedicado a la peletería, Mifur, y crearon The One Milano. Durante varios años, administraciones, organizadores feriales y patronales han intentado definir varias hojas de ruta para coordinar calendarios y dotar de mayor fortaleza a Milán entre las capitales mundiales de la moda.


Caso aparte es el de Londres. Pese a ser también una de las cuatro capitales mundiales de la moda junto a Milán, París y Nueva York, tiene un área de influencia limitada como epicentro ferial. Su certamen de referencia, Pure London es sobre todo plataforma de entrada al mercado británico. La feria cuenta con una larga trayectoria en las instalaciones Olympia y suma, cada edición, alrededor de 800 expositores. 


Si bien no es un certamen de grandes dimensiones, es el que reune al conjunto de actores del sector, incluidos los grandes distribuidores del país, que es el segundo mayor mercado europeo en consumo de moda. A mediados de 2018, la fiebre de concentración ferial alcanzó Reino Unido. Ascential, la compañía propietaria de Pure London, acordó su venta a ITE Group, uno de los mayores organizadores feriales del país y propietario de otros tres certámenes de moda en el mercado británico: Scoop, Jacket Required y Moda. La operación ascendió a 300 millones de libras.

Concentración en Estados Unidos

En Estados Unidos es donde se ha producido el mayor número de operaciones corporativas. En menos de diez años, el mayor mercado mundial de la moda ha pasado de tener una ristra de ferias dispersas por el territorio a organizar una cartera sólida bajo un mismo propietario. La concentración arrancó en 2012 cuando Advanstar, propietario de los principales eventos de moda en Las Vegas (Magic, Project y FN Platform), compró a su rival en Nueva York, Enk International. 


Antes de llevar a cabo esta operación, Advanstar había levantado en Las Vegas el pilar ferial de la moda en el país. Nueva York era la cumbre para la pasarela, pero la capital de Nevada se había consolidado como el núcleo comercial. Magic, fundado en 1933, es uno de los mayores salones de moda del mundo, mientras que FN Platform lo es del calzado. Ambos eventos son la puerta de entrada al inmenso universo multimarca del mercado estadounidense. Enk International, por su parte, contaba con una decena de certámenes de pequeñas dimensiones en Nueva York, como Coterie o Children’s Club. La cartera de Enk incluía ferias de entre 300 y 500 expositores y con un área de influencia nada desdeñable: la costa este estadounidense.

 

Diez años de concentración ferial
UBM optó por dar sentido a su cartera de marcas de moda y realizó una reestructuración, agrupando y desplazando salones en el calendario
Dos años después de aquella operación, el operador británico UBM, uno de los mayores del mundo por cifra de negocio, entró en el negocio de la moda, en el que apenas tenía presencia, con la adquisición de Advanstar. La compraventa se selló por 972 millones de dólares. UBM dio otro paso de gigante en Estados Unidos y adquirió Business Journal, propietario de otra cartera de pequeñas ferias neoyorkinas, como MRket, Accessories The Show, Edit, Fame, Moda y Stitch. 

 


La operación ascendió a 69 millones de dólares. En 2017, UBM optó por dar sentido a su cartera de marcas de moda y realizó una reestructuración, agrupando y desplazando salones en el calendario. La empresa reforzó también la alianza que años atrás había tejido Advanstar entre Magic y la feria de moda de referencia en Japón, International Fashion Fair (IFF). A mediados de 2018, UBM hizo la jugada definitiva cediendo el conjunto de ferias estadounidenses de moda a Informa, otro titán de la organización ferial. Informa pagó 3.900 millones de dólares por ellas.

Reagrupación en el textil

Francia ha sido el país donde la reordenación de las ferias textiles ha sido más profunda y ha ido a cargo de un único operador: Première Vision. Parte de este movimiento ha sido consecuencia de la transformación propia de la industria textil en el país y en el conjunto de Europa, pero también de la aparición del nuevo certamen Munich Fabric Start, que puso en duda su liderazgo.


Première Vision, el propietario de una de las mayores ferias en Europa de la industria textil completó en 2014 la unión del conjunto de certámenes específicos para cada uno de los eslabones de la cadena de valor del sector. Durante esta última década, el organizador ferial francés ha tomado posesión de un importante número de certámenes, pero su mayor operación fue sumar todos los que tenían lugar a la vez en el recinto ferial Paris Nord Villepinte, situado entre la capital francesa y el aeropuerto de Charles de Gaulle.

 

Première Vision activó la política de compras en 2004 cuando compró Expofil, el certamen especializado en fibras e hilados; un año después, se hizo con Indigo, específico de ilustración textil, y en 2007 tomó el 49% de Modamont, de fornituras y accesorios. Más adelante, se haría con la totalidad de la feria.


Première Vision completó en 2014 la unión del conjunto de certámenes 


En 2013, el organizador ferial adquirió Zoom, de talleres de confección, cuando compró la cartera de ferias textiles a su entonces competidor Eurovet. En esta operación, Première Vision también sumó a su cartera otras ferias del sector como Fatex, Made in France o Tissu Premier, entre otras. Por último, la compañía adquirió Cuir à Paris, de piel y complementos, la última feria que le quedaba en Paris Nord Villepinte. 


A lo largo de estos últimos años, el organizador ferial francés se ha visto obligado a dar varios golpes de timón en la gestión de su cartera de ferias. Tras la adquisición del negocio textil de Eurovet, terminó por echar el cierre a Fatex y Tissu Premier, que intentó mantener durante los primeros años en la localidad de Lille (un histórico clúster de la industria textil en Francia) orientándola al fast fashion


También en este periodo, el grupo puso en marcha el formato Denim Première Vision, que arrancó en París con alrededor de noventa expositores. En 2014, la organización decidió trasladarlo a Barcelona, siguiendo la estela que había dejado Bread&Butter, y logró dinamizarlo. Sin embargo, tras regresar a París dos años después, la feria volvió a deshincharse. En 2018 se le dio un nuevo giro haciéndola itinerante y programando las dos primeras convocatorias bajo este nuevo formato en Londres y Milán. 


Por otro lado, Première Vision también avanzó en el ámbito internacional, replicando su fórmula en otras capitales textiles. A lo largo de estos últimos diez años se llegaron a organizar eventos textiles con expositores de París en Shanghái (coincidiendo con Intertextile), en Tokio, en Moscú y en Sao Paulo. Al final, fuera de la capital francesa tan solo han permanecido dos: la cita de Nueva York y la de Estambul. En 2016, la compañía también abordó el ámbito de las precolecciones con el lanzamiento de Blossom. 


Messe Frankfurt, por su parte, propietario de Intertextil en China, la mayor feria textil del mundo, también ha movido varias fichas a lo largo de estos últimos años. Intertextil, por ejemplo, cuya organización iba alternando entre Pekín y Shanghái, se desplazó definitivamente a Shanghái, donde contaba con un mayor volumen de expositores y visitantes. La magnitud de este certamen es tal que, desde 2012, se organiza en su interior Milano Unica Shanghái. 


Première Vision también avanzó en el ámbito internacional, replicando su fórmula en otras capitales textiles

 

Siguiendo los pasos de Première Vison, Messe Frankfurt empezó a exportar la fórmula Texworld, el certamen textil que compró en 2001 y que tiene lugar en las afueras de París coincidiendo en fechas con su rival, consolidándose también en Estambul y en Nueva York. Además, con el propósito de reactivar el certamen, el organizador ferial alemán sumó al encuentro otras áreas complementarias, como Apparel Sourcing o Avantex, para talleres de confección o textiles inteligentes, entre otras.
Por último, Messe Frankfurt ha agrandado también su huella internacional con dos operaciones estratégicas. Por un lado, el grupo se hizo en 2014 con la compra de tres ferias de maquinaria textil en Argentina: Emitex, Simatex y Confemaq, y, por otro lado, en 2016 llevó sus ferias textiles a Etiopía junto a African Sourcing &Fashion Week.

España, reordenación ferial

A pesar de que el cambio de modelo de distribución había ido haciendo mella en las ferias españolas de moda y calzado, no fue hasta la irrupción de la crisis económica cuando la caída se evidenció. En 2009 se celebraban aún con normalidad en Ifema los hoy ya desaparecidos Salón Internacional de la Moda de Madrid (Simm) y Modacalzado. Cada uno de ellos había llegado a ocupar la mitad de los pabellones del recinto ferial antes del derrumbe económico de 2008. 


A partir de 2009, el declive en participantes y visitantes se hizo tan evidente que desde Ifema se apostó por un cambio brusco de rumbo: se puso el contador a cero con la agrupación de los dos eventos bajo un único paraguas: Momad. En septiembre de 2013 debutó la primera edición de Momad Metrópolis bajo la dirección de Francesco Malatesta y con 1.300 expositores. El objetivo era diseñar un nuevo certamen que mezclase toda la oferta de moda y pudiese hacer de Madrid una capital ferial para el sector en Europa del mismo modo que Pitti Uomo lo era en Florencia; Who’s Next, en París; Premium, en Berlín, y Pure London, en la capital británcia. Pero, pese al esfuerzo, en el estreno de Momad sólo se logró arañar un centenar de marcas más que en la última edición de Simm y Modacalzado por separado. 


Bajo la plataforma Momad, la tensión entre las directivas de las antiguas Simm y Modacalzado se elevaba, sobre todo por parte del calzado, que no se encontraba cómodo con las fechas propuestas y no lograba contactar con su comercio tradicional. El conflicto llegó a tal punto que se llegó a poner sobre la mesa la idea de recuperar Molzado en Elche (Alicante). Sin embargo, la sangre no llegó al río y las aguas regresaron a su cauce con un cambio al frente de las ferias de moda y un nuevo proyecto. Ifema colocó entonces como director a Jaime de la Figuera y recuperó las dos ferias originales, aunque conservó el paraguas Momad: mantuvo Momad Metrópolis para la de textil y lanzó Momad Shoes para la de calzado. 

 

En 2017, Izquierdo dio otro cambio de guion y decidió poner fin a Momad Shoes para reconvertirla en un showroom 


Sin embargo, el tira y afloja con la industria española del calzado ahuyentó con el tiempo a los grandes del sector que fueron abandonando el certamen madrileño para apostar por otros encuentros internacionales. Así, a pesar de que finalmente el sector volvía a tener su propia feria independiente, esta fue encogiendo el tamaño hasta situarse por debajo de los cien expositores. 


Tras aquella etapa de transición, Ifema volvió a coger el toro por los cuernos y situó al frente de las ferias a Charo Izquierdo, periodista de profesión que se había hecho un tiempo atrás con la dirección de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. En 2017, Izquierdo dio otro cambio de guion y decidió poner fin a Momad Shoes para reconvertirla en un showroom más cercano al centro de la ciudad. La táctica de la ejecutiva no era nueva en el sector: en 2015, la feria alemana de calzado GDS decidió también dar un vuelco ante la constante pérdida de expositores y visitantes e inventó un nuevo salón bajo el formato showroom y lo trasladó fuera del recinto ferial. 


En ambos casos, la apuesta ha sido un salto hacia adelante con miras a otorgar al certamen el tamaño correcto y devolverlo al mercado. Si hay un segmeneto en el que España puede sacar pecho de contar con una fueria de relevancia internacional, ese es la moda nupcial, gracias a Barcelona Bridal Week. 


Cuando se gestó la reordenación de Momad en 2013 también se incluyó la feria de moda nupcial, bajo el nombre esta vez de Momad Etiqueta Negra. Sin embargo, la liquidación de Novissima, uno de los mayores grupos del sector nupcial en España y el que había sido uno de sus principales instigadores, dejó a la feria en jaque. En Barcelona, Gaudí Novias, con padrinos como Pronovias y Rosa Clará, cambió entonces de manos. 


En 2013, tras fallecer Paco Flaqué, la gestión del evento pasó a manos de Fira de Barcelona, que trazó una nueva hoja de ruta para dar magnitud al certamen y acentuar su carácter internacional. Desde el cambio de manos, la nueva Valmont Barcelona Bridal Fashion Week ha dado un salto de gigante, pasando de 200 expositores y 11.000 visitantes a 430 empresas participantes y 22.000 asistentes.


En el ámbito de la moda infantil, la pérdida de cuota de mercado del comercio tradicional azotó al universo de las marcas que los habían nutrido en las últimas décadas. El avance de las cadenas de distribución no especializadas en el segmento infantil agitó al conjunto del sector. Fimi, su estandarte ferial en España, optó por trasladar la feria desde Valencia, donde se había organizado durante treinta años, a Madrid en busca de una mayor repercusión y con miras a atraer a un mayor número de participantes y compradores, en especial a líderes del sector en España que en los últimos años habían decidido destinar su presupuesto sólo a ferias internacionales. 

 

Organizada por Feria de Valencia, Fimi se instaló en Casa de Campo. Y, si bien al principio del cambio el certamen consiguió atraer a primeras marcas, con el tiempo fue deshinchándose de nuevo. En 2018, en un pacto histórico, Ifema y Feria de Valencia alcanzaron un acuerdo para llevar Fimi a Feria de Madrid.