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Lonia: ‘segundas nupcias’ de sosiego tras el ‘sprint’

Por Iria P. Gestal

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Por Iria P. Gestal

Lonia: ‘segundas nupcias’ de sosiego tras el ‘sprint’

Tras romper con LVMH, Textil Lonia pasó a estar controlada en un 25% por el grupo Puig, y abrió una nueva etapa marcada por la consolidación de su red de retail, su internacionalización y un crecimiento más moderado.


Dicen que las segundas nupcias suelen ser más serenas, sin la euforia de la primera vez, pero con el conocimiento que da la experiencia. En la última década, Sociedad Textil Lonia rompió con su primera amor, el gigante LVMH, y encontró refugio en un viejo amigo, Puig, con el que ha encarado una etapa marcada por un crecimiento más moderado y una consolidación de su red comercial tras años de intensa expansión. 

 

El convite copó portadas en 2014, cuando el gigante francés LVMH, socio histórico de Textil Lonia a través de la sociedad Sofidiv, vendió su participación del 25% a Puig. Con la operación, el grupo catalán engordó su negocio de moda y ganó control sobre su marca Carolina Herrera, ya que Textil Lonia gestiona la licencia de explotación de CH Carolina Herrera y Puig, a su vez, gestiona los perfumes de esta última.

 

“Con esta adquisición se consolida una relación que se inició hace quince años, cuando Carolina Herrera, propiedad de Puig, firmó con Textil Lonia la licencia para la producción y distribución de la línea de moda lifestyle CH”, explicó entonces Puig en un comunicado.

 

El grupo catalán se había posicionado desde el inicio como el más aventajado para hacerse con el porcentaje del que quería desprenderse la compañía presidida por Bernard Arnault, en una operación que se estimó en 125 millones de euros, ocho veces el resultado bruto de explotación (ebitda) de Sociedad Textil Lonia entonces. El múltiplo fue inferior a otra de las operaciones estrella de aquel año, la venta del 10% de Desigual a Eurazeo, que valoró la empresa en 10,2 veces su ebitda.

 

Cronología de Sociedad Textil Lonia

La venta valoró Textil Lonia en quinientos millones de euros, muy por encima de la anotada en libros de LVMH. En su memoria anual del ejercicio 2013, el gigante francés estimaba en cuarenta millones de euros el 25% que entonces controlaba del grupo, lo que elevaba la valoración total de la empresa a apenas 160 millones de euros.


Equipo de ida y vuelta

En su etapa con Puig, Textil Lonia ha dado forma a un nuevo equipo directivo de ejecutivos procedentes de las principales empresas de moda del mundo, del que en los últimos años ha ido prescindiendo. Bajo la batuta de los hermanos Domínguez (principalmente de Francisco Javier), el grupo incorporó a principios de 2014 a Albert Puyol, ex consejero delegado de Loewe, como responsable de estrategia y márketing, con responsabilidad en áreas como gestión de producto, retail, expansión o márketing. A Puyol se sumó también Nikhil Nathwani como responsable de retail.

 

En su etapa con Puig, Textil Lonia ha dado forma a un nuevo equipo directivo de ejecutivos

 

El ejecutivo se incorporó a la empresa gallega procedente de Pronovias, donde desarrollaba el mismo cargo. En el área de diseño, Textil Lonia incorporó en 2015 al diseñador Nacho Aguayo (hoy en Cortefiel y Pedro del Hierro) como nuevo director creativo de CH Carolina Herrera.

 

Entre 2015 y 2016, los tres flamantes fichajes dejaron la compañía. Ese mismo ejercicio salió también del grupo Alfonso Eirín, su histórico director financiero, que llevaba más de 18 años en la compañía gallega. En paralelo, la empresa ha fichado en los últimos años a Jaime Garmendia, ex responsable de retail de Pandora en España, para relevar a Nathwani al frente de esta área y continuar desarrollando su red comercial, y a José Luis Pavía, ex directivo de El Corte Inglés, Inditex y, más recientemente, C&A, para el equipo de producto.

 

En los últimos años, la empresa ha reorganizado también su estructura accionarial. La familia Domínguez, que fundó la empresa en 1997 y que continúa controlando el 75% del capital, constituyó en 2017 dos nuevas patrimoniales para vehicular su participación en la compañía: Altagracia Proyectos, participada por Javier Domínguez y su esposa, María del Carmen Rodríguez, y Ver IV Proyectos, que pasó a controlar la participación de Josefina Domínguez Fernández y Manuel Ramos Méndez.

 

El tercer hermano, Jesús Domínguez Fernández, gestiona su participación y la de su esposa, Hermesinda Rodríguez Vázquez, a través de la sociedad Tapru, un vehículo histórico dedicado inicialmente a la gestión de actividades inmobiliarias de la familia.

Ralentización del crecimiento

En la última década, el negocio de Textil Lonia ha acelerado y frenado. En 2009, la empresa facturaba 216 millones de euros y se había marcado el objetivo de alcanzar los 300 millones de euros en 2012. El grupo se quedó, sin embargo, lejos de su objetivo, con unas ventas de 231 millones de euros ese año, pero mantuvo alzas de doble dígito hasta el último lustro, cuando llegó a anotar un retroceso del 0,5% en 2016. En 2017, según las últimas cuentas disponibles en el Registro Mercantil, la matriz de CH Carolina Herera y Purificación García facturó 337,2 millones de euros, apenas un 1,6% más que el año anterior.

 

CH Carolina Herrera, lanzada en 2000 de la mano de Puig y Carolina Herrera, ha pasado de ser el principal motor del grupo a la marca que peor evoluciona: mientras Purificación García continúa elevando sus ventas a ritmos de casi doble dígito, CH Carolina Herrera las ha reducido en los últimos ejercicios.

 

La empresa ha reorganizado también su estructura accionarial

 

El estancamiento de la facturación global del grupo se debe también a la evolución del negocio en el mercado español, que no termina de remontar y donde Textil Lonia continúa generando casi el 40% de su facturación.

 

40 España continúa siendo el principal mercado para Textil Lonia, copando un 40% de las ventas del grupo.

 

En paralelo, la empresa ha mermado su rentabilidad en la última década: en 2009, el ebitda de la compañía ascendía a 56 millones de euros; diez años después, es un 15% menor, de 47,7 millones.

 

Evolución de Textil Lonia

El resultado neto del grupo, por su parte, tocó techo en 2011, cuando superó los 37 millones de euros. En 2012, uno de los peores años de la crisis económica, la empresa comenzó a contraer su resultado neto, con un descenso del 2,9%, para volver a encogerlo un 16,8% al año siguiente. En 2014, el año de la entrada de Puig en el capital de la compañía, el beneficio de Textil Lonia volvió a incrementarse, con un alza del 2,04%. Desde entonces, el resultado neto del grupo se ha mantenido al alza, pero con subidas mucho más moderadas que las de la primera mitad de la década.

Expansión internacional

En todas las cuentas anuales de la última década, Textil Lonia incide en su objetivo de continuar reforzando su expansión internacional, con Asia y América como principales polos de crecimiento. Para su desarrollo en el extranjero, el grupo se ha apoyado principalmente en la apertura de corners en grandes almacenes, un canal en el que hoy suma más de 400 puntos de venta. Fruto de esta apuesta por los mercados internacionales, el extranjero ha pasado de copar el 40% de la cifra de negocio del grupo a principios de la década a representar el 60% de sus ventas en 2017.

 

Mientras con Purificación García Textil Lonia se ha volcado en Latinoamérica, CH Carolina Herrera tiene en Estados Unidos y Asia sus grandes focos de crecimientos. El mercado estadounidense se ha convertido, de hecho, en el segundo mayor para el grupo en esta última década y se mantiene al alza, copando más del 35% de su cifra de negocio.

 

El grupo ha dado pasos atrás en algunos mercados internacionales como Argentina

 

El grupo opera además con otras diez sociedades en Portugal, México, Reino Unido, Francia, Chile, Corea del Sur, Japón, Singapur y China, todas controladas al 100% por Sociedad Textil Lonia. En 2015, la empresa puso en marcha una undécima filial en Malasia, donde había desembarcado tres años antes de la mano de un socio local con una apertura de CH Carolina Herrera. Sin embargo, tras dos años operando, la tienda no dio los resultados esperados y, en 2015, el grupo decidió asumir el control de su negocio en el país, que gestiona a través de la sociedad Textil Lonia Malaysia.

 

Actualmente, sólo cinco filiales internacionales del grupo se encuentran en números negros, siendo la de México la más rentable. En paralelo, el grupo controlado por la familia Domínguez también ha dado pasos atrás en algunos mercados internacionales como Argentina. El grupo cerró su última tienda en territorio argentino en 2014, cinco años después de su llegada a este mercado, en plena crisis política en el país.

CH, de expansión a reorganización

CH Carolina Herrera ha copado gran parte del desarrollo físico del grupo a lo largo de los últimos diez años y, en 2015, igualó por primera vez a Purificación García en número de puntos de venta. Sin embargo, tras años de intensa expansión, el grupo ha virado el rumbo en los últimos años siguiendo los pasos de otras compañías que también han reorganizado su red de retail.

 

15%  Textil Lonia ha reducido un 15% su resultado bruto de explotación (ebitda) en la última década. 

 

 

Textil Lonia comenzó la década marcándose el objetivo de abrir más de treinta puntos de venta al año, y en 2010 llegó a realizar más de sesenta aperturas netas. Sin embargo, la meta que se había marcado al principio de esta década pronto quedó a atrás, congelando el desarrollo con tiendas propias y reduciendo el volumen de aperturas a en torno a una decena cada año.

 

Textil Lonia comenzó la década marcándose el objetivo de abrir más de treinta puntos de venta al año

 

En 2017, el último ejercicio del que hay datos disponibles, la empresa registró sólo una apertura neta. En concreto, la compañía prescindió de ocho corners en grandes almacenes, pero abrió dos tiendas nuevas y seis franquicias, todas ellas de Purificación García.

 

La empresa gallega se ha consolidado así en el entorno de los setecientos puntos de venta, frente a los 450 establecimientos que sumaba a principios de la década.

 

En paralelo, el grupo se ha volcado en el canal online, con el lanzamiento de las plataformas de ecommerce de sus dos marcas. En el ejercicio 2018 la empresa selló un acuerdo con la tecnológica IBM para llevar la plataforma de comercio electrónico de CH Carolina Herrera a diecisiete países y encarar a corto plazo su desembarco online en los dos mercados más estratégicos para el grupo: México y Estados Unidos.