Diez años de moda
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Inditex: transformación para seguir siendo el rey
Diez años de moda en España
Inditex no es el primero, pero sí el número uno. La compañía gallega ha utilizado los últimos diez años para agarrarse con fuerza al cetro que le acredita como líder mundial de la gran distribución de moda, por delante de H&M, de Gap y de Fast Retailing. La empresa fundada por Amancio Ortega mantiene el modelo de negocio que le ha llevado a la primera posición: colocar la tienda en el centro para obtener información del consumidor y adaptar, así, la oferta a la demanda. El entorno, eso sí, ha cambiado, lo que ha conllevado una transformación de su estrategia. No fue el primero en saltar a la Red, no fue el primero en fichar a expertos en tecnología, no fue el primero en elevar el posicionamiento de sus cadenas ni fue el primero en acercarse a la sostenibilidad. La multinacional gallega ha probado su cintura en la última década y, aunque en la mayoría de las ocasiones no ha sido el primero en ejecutar un movimiento, sí ha sido, seguramente, el que mejor lo ha llevado a cabo.
Dicen que a los pioneros se los comen los indios. El refranero español está lleno de expresiones que se ajustan como anillo al dedo a la estrategia de muchas empresas. Esta, en concreto, es una de las que más se acerca a Inditex. El grupo gallego ha dedicado los últimos diez años a ajustarse en la cabeza la corona de rey del negocio de la moda, siempre con paso seguro pero firme. No fue el primero en saltar a la Red, no fue el primero en fichar a expertos en tecnología, no fue el primero en elevar el posicionamiento de sus cadenas ni fue el primero en acercarse a la sostenibilidad. Eso sí, seguramente es el que mejor lo ha hecho. Inditex no es el primero, pero sí el número uno.
Hace diez años, Inditex acababa de sobrepasar a H&M en el podio de la distribución de moda en el mundo. Pocos años antes, la estadounidense Gap ocupaba el trono y solamente la sueca H&M rivalizaba con ella. Entre 2009 y 2018, Inditex ha engordado un 135% su tamaño, rebasando la barrera de los 26.000 millones de euros de facturación. El beneficio del grupo, por su parte, se ha triplicado, hasta 3.444 millones de euros. Si en 2009 Inditex estaba a la par de H&M por facturación, hoy la distancia se ha incrementado hasta el 34%. Esta evolución es todavía más destacada en la comparación con Gap: Inditex es hoy un 76% mayor que el grupo estadounidense, mientras hace diez años Gap facturaba un 15% más que el grupo gallego.
A lo largo de la última década, el modelo de negocio que llevó a Inditex a convertirse en líder mundial se ha mantenido imperturbable: colocar la tienda en el centro para obtener información en tiempo real del consumidor y, así, poder acelerar los tiempos adaptando la oferta a la demanda. En el entorno, en cambio, sí que han aparecido nuevos elementos que han hecho que el modelo se adapte: Internet (y todas sus derivadas) y la sostenibilidad.
El 3 de septiembre de 2010 marcó un antes y un después en la historia de Inditex. En esta fecha, el grupo gallego puso en marcha la tienda online de Zara, generando gran revuelo en el sector pese a, aparentemente, llegaba tarde a un canal en el que sus principales rivales ya habían tomado posiciones. Un año después, en septiembre de 2011, el resto de cadenas del grupo (con permiso de Zara Home, que ya operaba online) dieron el salto a la Red.
Desde entonces, el negocio digital no ha hecho más que ganar fuerza en las cuentas del grupo y, sobre todo, en su estructura y estrategia. Durante años, la facturación aportada por la Red al conjunto de la empresa fue mantenida bajo el más absoluto secreto. Sin embargo, ante la presión de los analistas el grupo cedió, por fin, a cierre de 2017. Las ventas de Inditex a través de la Red se situaron en 2.534 millones de euros en 2017 y en 3.200 millones de euros en 2018.
3/9 El 3 de septiembre de 2010 marcó un antes y un después para el grupo: Zara lanzó su tienda online, lo que terminaría modificando su modelo de negocio.
Pese a la creciente actividad online y que Inditex ha capeado mejor el impacto de la digitalización en su negocio tradicional que otros de sus rivales (principalmente H&M), las dudas sobre la adaptación de su modelo han crecido a medida que la década ha evolucionado. En septiembre de 2018, el grupo dio un golpe de efecto. El número uno del sector a escala internacional anunció la mayor transformación de su modelo de negocio desde su fundación.
En 2020, Inditex venderá online en todos los países del mundo, tenga o no presencia física en ellos, convirtiéndose de facto en un pure player. De este modo, el grupo fundado por Amancio Ortega tendrá presencia en más países de forma online que física, igualando o, incluso superando, a operadores como Amazon, Alibaba, Asos o Zalando. Para encarar este proceso, el grupo nombró en 2019 a Carlos Crespo como nuevo consejero delegado, mientras que Pablo Isla continúa como presidente ejecutivo. Crespo, con una larga trayectoria en la empresa, procede del área de auditoría y en 2018 había sido nombrado ya director general de operaciones y sistemas de la compañía.
La transformación digital ha supuesto también una progresiva adaptación de la red de tiendas propias del grupo. El cuarto trimestre del ejercicio 2017 fue el primero en que Inditex redujo su número de establecimientos, mientras que ha procedido a elevar de forma progresiva la superficie de los puntos de venta convirtiéndolos en espacios para la venta, pero también en almacenes para la Red. En países como España, donde la concentración de tiendas de Inditex era superior a la del resto del mundo, esta transformación ha sido especialmente significativa: en 2009, el grupo contaba con un total de 1.930 establecimientos en el país, mientras a cierre de 2018 la cifra de puntos de venta en el mercado español ascendía a 1.635.
La empresa puso en marcha su plan de optimización de tiendas en 2012, en el marco de su estrategia completamente integrada entre la tienda y la Red. Entre 2012 y 2017, la empresa absorbió 1.046 puntos de venta, puso en marcha 2.994 nuevos establecimientos, reformó 1.241 y amplió otros 907. En total, el grupo transformó el 80% de su superficie comercial en cinco años.
De este modo, la estrategia de saturación de las calles comerciales, el principal motor de desarrollo del grupo hasta 2012, ha ido dando paso, de forma progresiva, a la puesta en marcha de establecimientos de bandera de cada vez mayor superficie en ubicaciones cada vez más destacadas. Es decir, menos es más.
Inditex abrió su primera tienda en 1975. Dos décadas después de la apertura de su primer establecimiento, el grupo alcanzó las mil tiendas. En 2004, Inditex ya contaba con 2.000 puntos de venta con todas sus cadenas. Mientras el establecimiento número 2.000 se puso en marcha en Hong Kong con Zara, la apertura del número 3.000 tuvo lugar en Valencia en 2006 con la cadena Zara Home. En 2008, la multinacional abrió su tienda 4.000 en Tokio y la 5.000 se inauguró en Roma en 2010, ambas a través de su cadena estrella, Zara. El establecimiento 6.000 llegó en diciembre de 2012 en Oxford Street, en Londres.
La imagen de Inditex se ha ido desarrollando en el mundo a lo largo de la última década a golpe de flagships. Uno de los más relevantes, tanto por su ubicación como por el impacto que generó en la cotización del grupo, es el situado en el número 666 de la Quinta Avenida de Nueva York. En el primer trimestre de 2013, Zara relevó a la NBA en la codiciada vía neoyorquina, en un edificio adquirido por el grupo en 2010 por 324 millones de dólares. Otro de los grandes hitos en la red de tiendas de la última década se marcó en abril de 2017. El gigante puso en marcha en el número 79 del Paseo de la Castellana de Madrid su mayor tienda del mundo, con 6.000 metros cuadrados de superficie. Siguiendo la tendencia imperante el sector, la tecnología se adueñó del local, eso sí destinada a ganar eficiencia en busca de la sostenibilidad de la red de tiendas.
Apuesta por la sostenibilidad
Si la estrategia con las tiendas ha sido clave en Inditex, también lo ha sido la apuesta del grupo por la sostenibilidad. La catástrofe de Rana Plaza marcó un antes y un después en la industria de la moda. Y, por supuesto, también en Inditex. Igual que sus principales competidores, desde entonces el grupo gallego ha estado sometido al escrutinio constante por parte de entidades sociales y del público final por sus prácticas laborales y su impacto en el medio ambiente.
La compañía ha reaccionado y ha hecho evolucionar su actividad al compás de una tendencia que marca una apuesta irremediable por la sostenibilidad. En 2007, Inditex dio un paso de gigante en derechos laborales con la firma de un acuerdo marco con el sindicato global IndustriAll para controlar la cadena de suministro. Este pacto fue el primer en la industria de la moda y sentó un precedente en el sector. El acuerdo significó una victoria sindical porque les abría las puertas a todas las fábricas proveedoras del gigante gallego pero, a su vez, era una herramienta para minimizar los riesgos en materia laboral en la cadena de aprovisionamiento.
Por otro lado, el grupo de distribución también ha intensificado en los últimos años el uso de materiales procedentes de fuentes sostenibles, además de impulsar la investigación en el desarrollo de nuevos procesos industriales para la circularidad en el textil. En 2017, la compañía sumó fuerzas con Lenzing, fabricante austríaco de lyocell; la española Hilaturas Ferré, especializada en reciclaje textil; el Massachussets Technology Institute (MIT) y tres universidades españolas para avanzar en el close the loop.
Sin cambios en las cadenas
Inditex comenzó la década con ocho conceptos y la termina con los mismos. La década ha transcurrido sin novedades aparentes en la oferta comercial de Inditex. Aparentes porque, aunque el grupo no ha aumentado su abanico de cadenas (sólo en 2011 trascendió que estudiaba el lanzamiento de un concepto de calzado y complementos), sí que ha modificado el contenido de su cartera de marcas.
Todo ello con permiso de Lefties, que, para el grupo, continúa formando parte de Zara. De hecho, si hay un concepto que ha evolucionado especialmente en los últimos diez años ese es Lefties, aupado por la caída del consumo provocada por la crisis económica y el auge del low cost. En estos últimos años, Lefties ha pasado de estar integrada en Zara a contar con un departamento propio de diseño, así como un área de logística y una política comercial totalmente independiente a la del resto de cadenas del grupo.
Zara se ha mantenido como el concepto estrella de Inditex, tanto por el protagonismo de la cadena en el conjunto de las acciones del grupo como por su aportación en términos de ventas. De hecho, la década ha concluido para Zara con una inyección extra en términos de ingresos tras la decisión de la compañía de fusionarla con Zara Home. La facturación conjunta de Zara y Zara Home fue en 2018 de 18.021 millones de euros, frente a los 17.449 millones de euros de Zara de un año atrás.
En la última década, Inditex no ha lanzado nuevas cadenas, pero ha engordado la oferta de las existentes
La cadena más joven del grupo gallego nació hace poco más de diez años. Inditex lanzó Uterqüe en 2008 en un primer, y hasta ahora único, intento de acercarse a un posicionamiento más alto. Diez años después, la cadena de complementos continúa siendo pequeña en relación a sus hermanas, pero tras una década de prueba y error parece haber comenzado a encontrar su lugar. A cierre de 2018, Uterqüe registró una cifra de negocio de 101 millones de euros.
Con Oysho, por ejemplo, ha entrado de lleno en la lucha por el negocio deportivo, mientras con Bershka y Stradivarius se ha adentrado en el negocio masculino, si bien en el segundo caso solamente como una prueba que terminó abortándose.
Sin cambios en las cadenas
Aunque en 2011 cedió la presidencia a Pablo Isla, la última década de Inditex ha transcurrido bajo la atenta mirada de Amancio Ortega. El fundador está ya retirado de la gestión diaria, pero ha continuado implicado en las decisiones clave del grupo.
Los últimos diez años han supuesto la consolidación de Ortega como una figura pública más y como uno de los empresarios clave de la economía española. De hecho, como el único capaz de haber creado al líder mundial de su segmento. Diez años de adaptación del negocio para demostrar que Inditex continúa siendo el rey.