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Textil Santanderina: del ‘sourcing’ al ‘eco’ para no perder el hilo

Por Silvia Riera

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Por Silvia Riera

Textil Santanderina: del ‘sourcing’ al ‘eco’ para no perder el hilo

Textil Santanderina ha dado un vuelco estratégico hacia el textil sostenible que le ha garantizado su hueco en el mercado. Desde 2016, mantiene una alianza con Antex para el desarrollo de poliéster a partir de desechos plásticos.

 

Textil Santanderina ha seguido el pulso del sector para ir adaptándose a sus vaivenes. El grupo controlado por la familia Parés ha continuado afianzando su liderazgo en el textil español inyectando capital a su estructura productiva para mantener la competitividad en el mercado. Así, si en el inicio de estos últimos diez años la compañía había extendido el negocio hacia la confección y el sourcing, en los más recientes se ha volcado en el textil eco. Uno de sus principales hitos en este sentido ha sido su participación en la joint venture Seaqual, que impulsó junto a Ecoalf y el hilador gerundense Antex.

 

Textil Santanderina continúa siendo uno de los cuatro grandes grupos de la industria textil en España, junto con Sedatex, Antex y Nextil. La compañía cántabra, con sede en Cabezón de la Sal, no sólo ha sobrevivido a las sucesivas crisis del textil, sino que ha salido reforzada de todas ellas. Una de las claves de su estrategia ha sido la adaptación a las reglas de juego actuales con una estructura atomizada, compuesta de microempresas muy especializadas, que le permiten ser un grupo ágil, flexible y competitivo.

 

Los orígenes de la compañía se remontan a 1923 aunque la empresa tal y como está estructurada hoy en día, inició su andadura en 1959 con la llegada de Juan María Parés a la dirección general. La entrada del directivo supuso un cambio en la orientación de la compañía, que pasó de fabricar un poco de todo a centrarse en tres ámbitos de negocio: la ropa laboral, la moda y el denim. A partir de los años ochenta, la familia Parés empezó a tomar el control del capital de la compañía, en detrimento de sus antiguos propietarios, la familia Serra.

 

Cronología de Textil Santanderina

Los Parés aprovecharon para poner en marcha otras empresas, cuya actividad quedó vinculada a la de Textil Santanderina. Estas empresas son Galicia Textil, Gerona Textil, Vica Industrial, Acabados del Bages, Montsià y Grupo Esteve. A principios de la década de los dos mil, la familia Parés impulsó el negocio de confección a través de dos sociedades, Gil de la Sal para el circuito corto y Dsco, con sede en Madrid, que se encarga de comercializar la producción de circuito largo.

 

En total, la familia Parés suma hoy en España siete plantas de hilatura, tres tejedurías y dos plantas de acabado.En el ámbito de la producción textil, los Parés trabajan en tres áreas: la ropa laboral, el tejido industrial y la moda. A pesar de la división, el peso de la moda en el negocio de la familia supone el 80% de su facturación.

 

Los orígenes de la compañía se remontan a 1923

 

Hace diez años, cuando la deslocalización de la actividad textil era ya una realidad, Textil Santanderina diversificó y entró en el negocio de la confección con la puesta en marcha de una planta en Bangladesh, en la que trabajan 800 personas. En la actualidad, Textil Santanderina actúa como una empresa global, que no sólo produce, sino que también comercializa tejido de terceros. La empresa fabrica menos del 50% del tejido que comercializa. En total, la compañía distribuye al año entre diez y doce millones de metros de tejido. La suma de empresas que controla la familia Parés factura en torno a 220 millones de euros.

 

Sólo la sociedad Textil Santanderina ha pasado de facturar 82,24 millones de euros en 2009 a rozar los 112 millones de euros en 2017, según datos del Registro Mercantil. En este periodo, la compañía alcanzó su pico de ventas en 2013, cuando llegó a facturar 125,5 millones de euros. En los peores años de la crisis, la compañía fue a contracorriente y registró avances a doble dígito, del 24% en 2010 y del 12% en 2011. En 2012 y 2013, la empresa continuó avanzando, aunque a un menor ritmo.

 

El punto de inflexión llegó en 2014, cuando la sociedad marcó un acusado descenso del 16%, del que fue recuperándose en los años siguientes, con subidas del 9,5% en 2015 y del 3,1% en 2016. En 2017 contrajo de nuevo sus ventas, con un descenso del 5,5%, aunque pudo mantener el listón por encima de los 110 millones de euros.

Redoblar la inversión para mantener el tipo

A lo largo de este periodo, Textil Santanderina ha intensificado la inversión para continuar avanzando en un mercado dominado cada vez más por grandes players asiáticos y que tiende a la concentración.

 

Evolución de Textil Santanderina

En 2013, la compañía reforzó su expansión internacional con la puesta en marcha de una filial en Brasil. La apertura de unas oficinas en Sao Paulo fue un paso hacia adelante en el desarrollo de su área de textiles técnicos Techs para aplicaciones más funcionales, ya sea en ropa funcional o deportiva. En 2016, la compañía lanzó al mercado su primera patente en el área de textiles técnicos, Wondrous: un tejido de alta luminosidad con aplicaciones en el ámbito laboral.

 

En 2016, el grupo reforzó su estructura productiva con una inyección de ocho millones de euros

 

Un año después, la compañía destinó 3,5 millones de euros a modernizar su sistema de producción. Textil Santanderina puso en marcha dos planes de inversiones industriales. Por un lado, la empresa impulsó el proyecto Tinc Tanc para abrir una nueva línea orientada a la producción de mercerizado, un proceso para la preparación del tejido, y por otro lado un segundo plan de actualización y modernización de la maquinaria.

 

Las inversiones fueron incrementándose con el tiempo. En 2016, el grupo reforzó su estructura productiva con una inyección de ocho millones de euros en la puesta en marcha de la fábrica de estampación digital textil TS Digital Print en Tánger (Marruecos), de la mano de un socio local. Con la puesta en marcha de esta nueva factoría, la empresa volvió a pisar el acelerador hacia la diversificación. La compañía, muy enfocada al denim, volvía a marcarse como objetivo ampliar el abanico de propuestas dentro del sector textil. En paralelo, Textil Santanderina volvió a activar un nuevo plan de inversiones de seis millones de euros más para ejecutar entre 2016 y 2019 para renovar y actualizar maquinaria.

 

Por otro lado, en los últimos años el grupo se ha subido a la ola de la sostenibilidad con el lanzamiento de nuevas áreas de trabajo orientadas en este sentido. En la actualidad, la compañía cuenta con soluciones de economía circular, además de los programas R/Turn y R/Denim, en los que introduce materiales de producción sostenible y procedentes de fuentes reciclables, como algodón orgánico y reciclado, Better Cotton Initative (BCI), poliéster reciclado, así como los hilados de Lenzing.

 

Uno de sus últimos hitos en este sentido fue sellar la alianza con Javier Goyeneche, el fundador de la marca eco española más internacional, Ecoalf, y el fabricante de hilatura Antex para desarrollar Seaqual, un hilo desarrollado a partir del plástico reciclado del mar. Sin embargo, después de la entrada de un nuevo socio en Ecoalf, Goyeneche optó por salir de Seaqual. En la actualidad, pilotan el proyecto Textil Santanderina y Antex, habiendo ampliado la materia prima para la producción del hilo a otros desechos plásticos, más allá de los recogidos del mar.

 

En 2017, esta iniciativa empresarial empezó a tomar forma con el fichaje del directivo francés Michael Chepta, un ejecutivo con larga trayectoria en el textil, quien se colocó al frente de Seaqual. Más adelante, se reforzó el equipo con Mark Hartnell, procedente de Nylstar, para pilotar la expansión internacional.