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Mayoral: discreción para construir un gigante

Por Iria P. Gestal

Diez años de moda en España

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Por Iria P. Gestal

Mayoral: discreción para construir un gigante

Desde su sede en Málaga, la familia Domínguez ha construido en la última década uno de los pocos operadores globales de moda infantil, consolidándose como la séptima mayor compañía mundial del sector.

 

Una recesión global, una base de clientes menguante y un canal en transformación. Pocos operadores se han enfrentado en la última década a un contexto más adverso que Mayoral. El gigante de la moda infantil, consolidado hoy como el séptimo mayor grupo del mundo en este sector, ha combatido una triple crisis (la financiera, la de la moda infantil y la del multimarca) a golpe de internacionalización, en un sector en que ni siquiera sus líderes mundiales (Carter’s y The Children’s Place) tienen gran presencia fuera de su mercado local.

 

Los cimientos de este gigante del sector se habían asentado ya en la segunda mitad del siglo XX. Fue entonces cuando Mayoral encaró las dos grandes transformaciones de su historia: el salto de fabricante a distribuidor y la entrada en el canal retail, tras décadas volcado en el multimarca.

 

Cronología de Mayoral

En esta última década, y con la discreción que ha caracterizado desde sus orígenes a esta empresa familiar, el grupo se ha lanzado a la conquista de los mercados internacionales, buscando nuevos niños a los que vestir mientras en los mercados maduros la tasa de natalidad no paraba de caer. La internacionalización está en el ADN de la compañía y se remonta a 1966, cuando Rafael Domínguez de Gor tomó las riendas de la empresa y se fue a Alemania con un muestrario, aunque no fue hasta 1992, coincidiendo con la caída de la natalidad post baby boom y la recesión, cuando encaró una estrategia ordenada en el extranjero.

 

Combinando tiendas propias, franquicias y multimarca, Mayoral ha aterrizado en los últimos diez años en treinta nuevos países y ha puesto en marcha seis nuevas filiales en Colombia, China, Estados Unidos, Kazajistán, Perú y Rumanía. La empresa opera hoy con diecisiete filiales y suma 55 tiendas en el extranjero.

 

El grupo complementa su presencia directa con una red de 300 agentes que operan en un centenar de países en Europa, Oriente Próximo, Asia Central, norte de África y Canadá, y asiste cada año a más de cincuenta ferias internacionales de moda infantil.

 

Combinando tiendas propias, franquicias y multimarca, Mayoral ha aterrizado en los últimos diez años en treinta nuevos países

 

Gracias a esta expansión, el extranjero ha pasado de representar apenas el 50% de su facturación a superar el 75% en 2018, con Italia como primer mercado. El grupo, que lanzó su tienda online en España en 2013, también ha impulsado su internacionalización a través de la Red, con el lanzamiento de plataformas de ecommerce en Irlanda, Reino Unido, Polonia, Italia, Rumanía, Bulgaria, Grecia y Estados Unidos.

 

Mientras rivales como Carter’s o Gymboree (la segunda, hoy desaparecida) sufrían por su dependencia del mercado local, Mayoral continuaba, discretamente y sin grandes artificios, engordando su negocio y comiéndose una parte cada vez mayor del pastel. Mayoral ha puesto en marcha cien nuevas tiendas desde 2009, hasta sumar 230 establecimientos en todo el mundo, y ha duplicado su negocio hasta alcanzar una facturación de 350 millones de euros en 2018. 

 

En 2010 y 2011, en plena crisis, el grupo disparó su facturación a doble dígito, aunque a costa de la rentabilidad, que retrocedió un 14% y un 28%, respectivamente. Un año después, el grupo moderó el avance de sus ventas, pero multiplicó su resultado neto, hasta cincuenta millones de euros. Desde 2016, el crecimiento del grupo se ha vuelto a ralentizar, con alzas del 10% en 2016, del 3% en 2017 y del 2% en 2018, aunque ha mantenido un avance robusto en su beneficio, con subidas del 3,4% en 2016 y del 18% en 2017. 

Relevo generacional

Mayoral también ha encarado en esta última década un nuevo relevo generacional, con la incorporación de la cuarta generación y la salida progresiva de Rafael Domínguez de Gor tras medio siglo al frente del grupo. Domínguez de Gor asumió en 1966 las riendas de la empresa que habían fundado sus abuelos en 1941, el fabricante de medias y calcetines Domínguez Toledo, y la convirtió en el gigante de la moda infantil que es hoy.

 

Igual que su padre, los hijos de Domínguez de Gor emprendieron su carrera fuera de la empresa familiar antes de ponerse al frente de Mayoral. Manuel Domínguez de la Maza fue director de la filial española de Pepsi antes de incorporarse al departamento de exportación de Mayoral en 1993.

 

Evolución de Mayoral

Tras diez años como director de retail, el ejecutivo tomó las riendas de la empresa en 2007 como director general y consejero delegado. Su hermano, Rafael Domínguez de la Maza, es director comercial y responsable de inversiones desde 2002, y en 2017 fue nombrado subdirector general, un cargo de nueva creación. Otro de los cinco hijos de Domínguez de Gor, Francisco Domínguez, también está involucrado en la compañía.

 

Mayoral también ha encarado en esta última década un nuevo relevo generacional

 

El relevo también se ha ido ejecutando en el accionariado de la compañía, en el que Domínguez de Gor ha pasado de tener más de un 51% a poco más del 10%, según explicó el empresario en 2018.

 

“Esta es la última vez que hablo en público -sentenció entonces Domínguez-; he cumplido ochenta años y es hora de que me vaya retirando lentamente, el relevo ejecutivo está hecho, la dirección actual funciona mucho mejor ahora y está adaptada al tamaño actual de la empresa”. Mayoral se convierte así en un caso de éxito de relevo familiar en la moda española.

Diversificación para seguir haciendo amigos

Con la cuarta generación al frente, Mayoral ha consolidado su apuesta por el retail, un canal que estrenó en 1996, con la apertura de al menos diez nuevas tiendas cada año, combinando establecimientos de gestión directa y franquiciados. El grupo también ha encarado un proceso de diversificación para cubrir todos los segmentos de la moda infantil. En 2010, la compañía lanzó New Born, una nueva marca para recién nacidos; un año después, sumó una línea de calzado y en 2018 sacó al mercado Abel&Lula, una nueva firma de posicionamiento premium con la que, por ahora, opera únicamente en el canal multimarca.

 

Para hacer frente a su expansión, el grupo también ha ido ampliando sus instalaciones en Málaga, donde mantiene su sede. En 2012, el grupo puso en marcha un almacén automatizado para la clasificación de pedidos, que ocupa tres naves colindantes con una superficie de 5.700 metros cuadrados.

 

Estas nuevas plantas se suman a los dos edificios que forman el cuartel general de Mayoral: el principal, de más de 50.000 metros cuadrados y que alberga las oficinas centrales y parte del almacén logístico, y el auxiliar, de 20.000 metros cuadrados, dedicado exclusivamente a actividades logísticas. 

 

En 2013, el grupo se hizo con el edificio principal de la histórica fábrica textil Intelhorce, en Málaga, donde este año pondrá en marcha un nuevo centro de distribución de 27.000 metros cuadrados con una inversión de setenta millones de euros.